lunes, 5 de octubre de 2009

Consecuencias Ambientales y Socioeconómicas ocasionadas por derrames petroleros en el Ecuador

En el Ecuador, el transporte de crudo y sus derivados se ha visto afectado, considerablemente, durante los últimos 35 años por una permanente actividad contra los oleoductos e instalaciones petroleras. Desde 1972, compañías internacionales en colaboración con Petroecuador, han extraído millones de barriles de petróleo de la Amazonía ecuatoriana. Durante este proceso, se calcula que se han derramado en el medioambiente millones de galones de sustancias tóxicas, gas y petróleo (Restrepo, 2002).

Cuando existe un derrame petrolero, la empresa aseguradora asume los gastos, siempre y cuando supere los dos millones y medio de dólares; de lo contrario, la petrolera cubre los gastos. En los últimos 5 años, Petroecuador ha invertido cerca de 80 millones de dólares para tratar suelos o acuíferos contaminados, usando métodos químicos o físicos; sin embargo la biorremediación es un procedimiento económico y con soluciones amigables para el medio ambiente (Domínguez & García, 1999).

Cuando los hidrocarburos llegan al agua, la mancha generada por estos vertidos flota por diferencia de densidades impidiendo la entrada de luz y el intercambio gaseoso, dando comienzo a la solubilización de compuestos hidrosolubles y a la afección de diferentes poblaciones: la primera población afectada por un derrame es el plancton, en segundo lugar están los macroinvertebrados, y finalmente los Bentos o población de macroinvertebrados que viven en los fondos de los ríos y ciénagas (Domínguez & García, 1999).

Diferentes estudios han determinado el efecto de la contaminación con hidrocarburos en la germinación y crecimiento vegetativo de diversas especies de pastos sometidos a diferentes concentraciones de hidrocarburo, concluyendo que hay una inhibición en la germinación del trébol común y un marcado retraso en el crecimiento de todas las plantas evaluadas. La mayoría de estas sustancias tienen la propiedad de bioacumularse, es decir, que estos compuestos nocivos se depositan en los tejidos vivos y de esa manera llegan al ser humano (Domínguez y García 1999).

La explotación petrolera en el norte de la Amazonía ecuatoriana es responsable de la deforestación de 2 millones de hectáreas. Más de 650.000 barriles de crudo han sido derramados en bosques, ríos y esteros. Sustancias tóxicas, producto de la explotación petrolera, como los metales pesados provenientes de las aguas de formación, han contaminado las fuentes de agua de la región (Ruales, 2005). Varias etnias indígenas, como los Cofanes, Sionas y Secoyas, han sido afectadas hasta convertirse en minorías en peligro de desaparición (Restrepo, 2002).

Por medio de la Biorremediación se podrán recuperar varias extensiones de terrenos y acuíferos que contienen petróleo. Iniciando con estudios a nivel de laboratorio, se pueden aislar, purificar y adaptar bacterias para que consuman un mismo alimento que contenga hidrocarburos y poco a poco ir escalando a volúmenes grandes, de tal manera que el medio ambiente en un corto plazo se pueda ir saneando.


BIBLIOGRAFÍA

Restrepo, R. (2002). Derrame de hidrocarburos. Impacto en los ecosistemas tropicales. Petroproducción. Ecuador.

Domínguez, V., García, L. (1999). Potencial de la biorremediación de suelo y agua impactados por petróleo en el Oriente ecuatoriano. Petroproducción. Ecuador

Ruales, M. (2005). Selección y aislamiento de bacterias degradadoras de petróleo en el Oriente ecuatoriano. Laboratorios QMAX. Ecuador.

domingo, 4 de octubre de 2009

La Biorremediación Realidad o Fantasía

La recuperación de suelos y acuíferos con hidrocarburos, por medio de los métodos físicos y/o químicos pueden ocasionar un mayor impacto ecológico que el mismo derrame, debido a su toxicidad y recalcitrancia. Por esta razón, una excelente alternativa es la biorremediación, proceso utilizado por biotecnólogos, que consiste en el uso de microorganismos como plantas, hongos, bacterias naturales o modificadas genéticamente, para neutralizar sustancias tóxicas, transformándolas en compuestos con menor impacto ambiental o convirtiéndolas en inocuas para la salud humana. Entre los microorganismos más representativos, encargados de la biorremediación, podemos encontrar bacterias como Pseudomonas aeruginosa, Serratia rubidae, Bacillus cereus, Bacillus sphaericus, Stenotrophomonas maltophilia, Rhodococcus spp, Streptococcus spp; hongos (micorrizas) como Agaricus arvensis, etc. Estos microorganismos son inofensivos para las plantas, animales y el ser humano puesto que se los aísla del propio suelo y se los puede reproducir a gran escala para su uso y explotación comercial.

Existen varios factores extrínsecos e intrínsecos que influyen en la acción de estos microorganismos. En el primero grupo están la temperatura, pH, humedad, toxicidad del medio, presencia/ausencia de oxígeno, microorganismos agresores, etc. Entre los factores intrínsecos podemos destacar las características genotípicas (ADN) de los microorganismos, que a través de estas propiedades podrán adaptarse a un medio hostil y degradar compuestos tóxicos. Por ejemplo, se ha identificado y determinado que Bacillus cereus y Pseudomonas aeruginosa presentan un alto potencial para biodegradar crudos extra-pesados y diversos hidrocarburos poliaromáticos (Díaz, 2001; Dupontt, 2000). De igual manera estudios realizados en Venezuela demostraron la degradación de algunos hidrocarburos aromáticos por medio de bacterias pertenecientes a los géneros Pseudomonas, Bacillus y Staphylococcus (Soto, 2001; Rivera, 2000).

Las bacterias poseen una gran capacidad de adaptación al medio que las rodea, el aislamiento de microorganismos autóctonos del suelo es un excelente método para reproducir a gran escala un pool bacteriano con capacidades para biodegradar hidrocarburos. Los microorganismos que se los vende comercialmente o provienen de otros países pueden servir para recuperar suelos de nuestra región. Sin embargo, su acción no va a ser la misma, y se requieren varias semanas para activarlas y adaptarlas al sitio donde se va a realizar el trabajo de recuperación.
Por medio de la Biorremediación se podrán recuperar varias extensiones de terrenos y acuíferos con petróleo. No obstante, existe la necesidad de realizar estudios con bacterias propias de nuestro país. Se podrán utilizar cepas bacterianas extranjeras, pero su tiempo de adaptación y el costo es alto, por esta razón es de vital importancia estimular la investigación y el trabajo de biotecnólogos(as) para producir comercialmente microorganismos nativos encargados de la recuperación de nuestros propios suelos y agua.

BIBLIOGRAFÍA

Díaz, L. (2001). Biodegradación in situ de hidrocarburos poliaromáticos con Pseudomonas aeruginosa y Bacillus cereus. Facultad Experimental de Ciencias. Universidad del Zulia. Venezuela.

Dupontt, J. (2000). Resistencia a metales pesados y a antibióticos en cepas bacterianas biodegradadoras de antraceno aisladas de la playa “Caimare Chico”. Facultad Experimental de Ciencias. Universidad del Zulia. Venezuela.
Soto, L. (2001). Influencia de las relaciones bacterianas interespecíficas en el proceso de biodesulfuración de hidrocarburos aromáticos. Universidad Central de Venezuela. Caracas-Venezuela. 132 p.

Rivera, M., Ferrera, R., Volke, V., Rodríguez, R., Linares, L. (2000). Adaptación y Selección de Microorganismos Autóctonos en Medios de Cultivos Enriquecidos con Petróleo Crudo. Terra. 20: 423-434.